Milagros Amaya tenía aún los ojos y las mejillas húmedas, después de darle el último adiós a su pequeño Ulises Benjamín Amaya. El duelo en ella era más fuerte, al salir del cementerio municipal de Las Talitas. Sin embargo, la joven madre pudo exteriorizar su dolor y su bronca por el homicidio del hijo de cuatro años, hallado el jueves colgado en un puente. “Benjamín no se iba con cualquiera. Lo llevaron engañado para ahí (a la zona de monte). No sé quién pudo haber sido, pero el que lo hizo tiene que pagar”, manifestó la joven, de 21 años, rodeada de allegadas que no la dejaban sola en ningún momento.
Los familiares y vecinos del vecindario Jesús de Nazareth, en El Colmenar, despidieron ayer los restos del niño en el cementerio municipal de Las Talitas. Hasta ahí llegaron decenas y decenas de chicos, madres y padres, que lograron ubicar en el diminuto ataúd flores, carteles y globos. Hubo llantos, desesperación y algunos parientes se descompensaron.
Luego, varias personas retornaron al barrio y desde la cuadra donde vivía la víctima junto con su abuelo Francisco Adán Peñalva, su madre y otros parientes, se trasladaron hasta el terreno privado cubierto de árboles, arbustos y hierbas. Allí, los jóvenes encabezaron una ocupación del lugar para prender fuego y quemar el pastizal, como forma de reclamar justicia por el menor y solicitar seguridad al municipio y al Gobierno.
Los vecinos venían cuestionando, tras el crimen de Benjamín, las condiciones del predio. Habían dicho de que se trataba de una “cueva de delincuentes”. “Quiero que aparezca el dueño del terreno y dé la cara. Hizo figurar que había rodeado con tapia el predio, pero no era así”, enfatizó Milagros Amaya.
“Queremos que venga el dueño y se haga cargo de todo esto. Ha dicho que tenía tapiado todo el predio, pero no hay nada. Hoy le pasó a Benjamín; mañana, a cualquiera. Esta cuadra es la que más chicos tiene. Y por este terreno van y vienen los drogados, que pueden agarrar a alguien como lo hicieron con Benjamín. Porque no lo pudo hacer solo. Solo no se fue”, reforzó el pedido Cynthia Diosquez, una allegada.
El jueves, alrededor de las 19, el menor fue encontrado sin vida por su tío y su abuelo en un canal que pasa debajo de un puente alternativo de la avenida Circunvalación. Inmediatamente, fue llevado al CAPS de El Colmenar, pero ingresó sin vida y con signos de haber sufrido estrangulamiento, según datos de la causa.
“El que ha hecho esto tiene que pagarlo. Era una criatura”, insistió Amaya, quien posteriormente recordó el momento de la desaparición de su hijo. “Ese día, estaba listo para ir al merendero. Cuando fue la chica a preguntar si iba a ir, él ya no estaba. Después, empezaron a buscarlo”, rememoró.
“Qué hizo este tipo: lo colgó y le puso los pies entre medio de las ramas para que no lo encontraran. La señora, que vive al otro lado de la ruta, vio (a Benjamín), pero ella no quiso declarar. Ayer vinieron los policías y le dijeron que iba a ser detenida si no lo hacía. Así decidió contar todo”, añadió.
Según la mamá, esta testigo habría dicho que “el tipo andaba con un pantalón gris y una campera chorizo negra”. “Ella vio que (Benjamín) iba llorando, pero creía que se trataba de un familiar quien lo llevaba”, describió la joven. “Después contó que había visto al chico bajar el puente corriendo y mirando hacia todos lados”, detalló la familiar. “Benjamín no iba a ir solo para ese lugar”, remarcó.
“Si alguien sabe algo, que se ponga la mano en el corazón y diga quién es. Ocurrió en un horario en el que sí hay gente afuera (de las casas). Si alguien ha visto algo, que lo diga. Que no tenga miedo”, rogó, por su parte, Diosquez.
Los investigadores, paralelamente, concretaron ayer nuevos interrogatorios a familiares, entre otras personas. Buscaron determinar qué había hecho cada uno de los consultados en el momento de la desaparición del pequeño y las horas siguientes, según fuentes cercanas al caso.
El viernes, los pesquisas se habían encaminado hacia una línea de investigación, a partir de las distintas declaraciones que habían reunido. Aunque no habían descartado ninguna hipótesis del abanico de versiones. Los responsables mantuvieron ayer el hermetismo y no confirmaron nuevos datos.
Fuentes judiciales y policiales habían ratificado, por otro lado, la causa de la muerte de Benjamín: había fallecido por estrangulamiento.